La Procesión del Silencio en Sevilla es una tradición que data de hace más de cuatro siglos. Esta procesión se celebra cada año en la noche del Jueves Santo (antes de la Semana Santa) y es uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa en Sevilla.
La Procesión del Silencio comienza a las ocho de la noche en la catedral de Sevilla, con el ruido de los silbatos del cabildo. A continuación, llegan los nazarenos, los hermanos mayores y los hermanos menores, todos vestidos de luto tradicional, con velos blancos sobre la cabeza. La procesión se dirige a la Iglesia de Santa María de las Cuevas, ubicada en las afueras de la ciudad.
Durante la procesión, una solemne quietud de veneración y respeto, conocida como el Silencio, se mantiene entre los asistentes. Los nazarenos caminan en silencio, sin cantos, ni música, ni hablar. Solo el sonido de sus pasos en la calle se escucha. Esta tradición se remonta a la época de la Inquisición, cuando los católicos tenían prohibido hablar durante la procesión.
Al llegar a la Iglesia de Santa María de las Cuevas, la procesión se detiene para que el cabildo recite la Oración de la Hora Santa. Finalmente, la Procesión del Silencio se completa con la salida de los nazarenos hacia la Catedral.
La Procesión del Silencio es uno de los momentos más importantes de la Semana Santa en Sevilla. Esta tradición representa el dolor y el sufrimiento del Cristo muerto, así como la esperanza de su resurrección.